"No te enojes” “es bueno seguir las reglas” “esfuérzate siempre y da lo mejor de ti” “se buena” “se bueno” “se graciosa” “se una persona educada” “ sea amble”.. y la lista continúa.
Todas y cada una de estas frases las escuché en mi vida y en la de muchas de las personas que me rodean. De alguna u otra forma se nos ha dicho, subjetivamente, que la verdadera felicidad la vamos a encontrar agrandando a los que nos rodean y al sobresalir en lo que hacemos. Porque, claro, a quién no le gusta sentirse aceptada, a quién no le gusta sentirse aprobado por las demás personas, a quién no le gusta sentir que destaca del resto.
Sin embargo, llega un momento en que no puedes más: trabajar duro, seguir las reglas, repetir todo una y otra vez para ser la mejor, leer libros de crianza y aplicar todo. En general, la búsqueda de la perfección y destacar (o intentar hacerlo) es agotador. Te llenas de incomodidad porque llevas una vida “perfecta” que te lleva a un callejón sin salida porque: nadie es perfecto ni lo será. Así que, nunca será suficiente.
Adentrarnos a lo más profundo de nuestro ser, nos libera de ese callejón. Entender que la perfección radica en la imperfección nos acerca a vivir -de todo corazón-. Esto conlleva aceptar nuestra vulnerabilidad pero, a su vez, podemos desarrollar el conocimiento y el poder disfrutar de lo que nos gusta (Brené Brown, 2010).
Suena sencillo, ¿cierto?, conéctate contigo y listo, vive una vida plena aceptando tu imperfección. Pero no, esto no es un plan détox que se hace de un día a otro. Este es un camino que comienza, para desarrollarse poco a poco y paso a paso. Vivir de todo corazón incluye conectarnos con otros, ser compasivos con los demás y tener el coraje suficiente para entrar a terrenos desconocidos en la vida.
Lograr vivir de todo corazón incluye, para empezar, amarnos a nosotras mismas. Incluye darnos cuenta de cómo vivimos y qué elementos faltan para acercarnos a una vida más imperfecta pero llena de plenitud. Esto llevará tiempo y esfuerzo, pero los resultados serán infinitos.
Quiero invitarte a que formes parte de una comunidad que busca vivir de todo corazón. Mi lucha constante por alejarme de la imperfección, me ha llevado a lugares muy oscuros, lugares que duelen, pero otros en los que nunca me he sentido más libre y honrado mi propia esencia.
No estoy ni cerca de la meta, pero creo que si más personas tenemos el coraje, nos conectamos con otras y somos más compasivas, el mundo será un lugar mejor en donde, buscar que nos peguen una estrellita en la frente, dejará de ser el motivo… El motivo será vivir una vida perfectamente imperfecta abrazando la esencia nuestra y de todos los que nos rodean.
Para entrar en este camino, no te pierdas nuestro próximo club de lectura -Los dones de la imperfección- que es la entrada a la vida de todo corazón.
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