“El medio para hacer cambiar de opinión es el afecto, no la ira.” -Dalai Lama
Pero, en realidad, ¿quiero cambiar de opinión o hacerle cambiar de opinión? ó ¿simplemente contar con su interés para sentirme comprendidx y apoyadx?
Se nos olvida que antes de ser tres, cuatro o más... empezamos tú y yo.
¿Recuerdas cómo se conocieron? Muchas historias empiezan por curiosidad: por querer saber más, por querer pasar tiempo juntxs…”y es esa curiosidad que nos dio el empujoncito a ser pareja la que es importante mantener.”- dice Gaby Furukawa, psicóloga y terapeuta.
Llegamos a una relación con una historia y adoptamos un rol. A veces somos los protectores, otras los que impulsamos, a veces los independientes, otras los proveedores... Y suele pasar que nos olvidamos de que las relaciones no son lineales, sino orgánicas. Lo que hoy tiene sentido, mañana podría no tenerlo, y viceversa. Los roles no son fijos, la pareja evoluciona. Una de las diferencias más afortunadas que los humanos tenemos con los animales es que podemos crearnos y re-crearnos. Podemos visualizar, imaginar y crear tantas veces como queramos. Así, la relación se vuelve como un ser vivo. La flexibilidad, la apertura y la escucha empática nos ayudan a mantener este ser vigente.
“¿Cómo seguir queriendo lo que se tiene?” canta Ximena Sariñana en una de mis canciones favoritas Una Vez Más. Algo que he descubierto en mi propia relación de pareja es que mi tarea es trabajar en mí para poder trabajar en nuestra relación y seguir eligiéndola, cada día. Las narrativas personales que cargamos y, peor, trasnochamos son mucho del obstáculo que nos engancha en un rol lejano al que hace crecer a una pareja. Elaborar nuestra narrativa personal para poder dedicar nuestra atención y energía a la nueva historia que creamos en pareja es un regalo que nos hacemos a nosotros y otros. Es energía en lugar de cansancio; es pila en lugar de desgaste; es encontrarnos, en lugar de enrarecernos.
“Es nuestro compromiso con curiosear más que con corregir al otro lo que nos permite generar un encuentro en lugar de un desencuentro en momentos de conflicto.”- John Gottman.
Y aún así, tenemos nuestras diferencias: se trata de aprender juntos para poder caminar acompañados y libres. Se trata de construir un terreno fértil para la confianza y la comunicación. ¿Cómo se hace? Confiando y comunicando. Así como aprendimos a nadar nadando, aprendemos a confiar confiando y a comunicar, comunicando. Los acuerdos son resultado de esa construcción en pareja y son los cimientos de la futura familia. Se trata de regalarnos más estabilidad, más seguridad, más tranquilidad la mayor parte del tiempo, mientras desarrollamos adaptabilidad y resiliencia tras esos momentos de incertidumbre y desencuentro, que también son parte del abanico que conforma nuestra relación… y la vida.
Te dejamos 3 ideas para reencontrarte con tu pareja y fomentar acuerdos:
1. Mantener la curiosidad es el inicio de un camino hacia la comprensión y el apoyo.
El mensaje de amor: “Quiero seguir conociéndote.”
2. Tener un objetivo en común anticipado.
El mensaje de amor: “Soy un puerto seguro.”
3. Desarrollar la actitud de novatos.
El mensaje de amor: “Seamos nosotros, los demás ya existen.”
Ve el live completo “1+1= 1familia” en nuestra cuenta de Instagram @acrecermx .
Alejandra Urbán
Psicóloga
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