El bonito mundo de las redes sociales me ha movido fibras que, como bien lo ilustra un documental, son de lo más primitivas. Y es que por supuesto que las redes sociales tienen esta capacidad de ser tan sanadoras como enfermizas.
Lo bueno: hoy tenemos acceso en segundos al equivalente de información que antes tomaba años en generarse; lo malo: el exceso de información, paraliza.
Desde siempre han existido las tribus - ahora, redes sociales. Las personas conectamos con otros con quienes compartimos algo para obtener un beneficio mutuo: reafirmación, guía, colaboración, inspiración... y pueden a veces no ser un fit perfecto, pero siempre se expresa un elemento muy básico: conexión. Encontrar una tribu es una validación muy poderosa de lo que nos interesa y puede aliviar el sentimiento de aislamiento con un efecto de pertenencia, seguridad y empoderamiento y, más importante, identidad. Así, pertenecer se vuelve un motor en esta búsqueda de identidad...¿Has escuchado el término “la alquimia de la sinergia”? Yo no lo había escuchado hasta que leí a Sir Ken Robinson. Se refiere a esa magia que sucede cuando en pro de esa identidad, colaboramos (Nota: diferente a como nos enseñaron en la primaria “tu pones la cartulina y yo los plumones”). Las tribus que colaboran alcanzan más cosas que sus individuos trabajando solos porque la unión estimula la creatividad y la sensación de que las cosas son posibles... sucede algo así como que nos envalentonamos cuando estamos juntos. Finalmente, el universo está hecho de eso: energía en conexión. Algo particular sucede cuando personas que comparten una pasión se suman incluso cuando podrían, potencialmente, ser competencia. Todos lo hemos vivido cuando nuestras bandas favoritas se reúnen en un festival. Nuestra pasión por el fin tiende a opacar el instinto de proteger nuestros intereses individuales.
Así que si tienes una tribu, ¡no la sueltes! Y si aún no tienes una, aquí te dejo algunas ideas de lugares donde podrías empezar a buscar:
-Internet: el sistema más dinámico de comunicación en la historia; claro, no ignores los avisos de los riesgos que todos corremos relacionándonos en la web.
-clubs y asociaciones: visita y asiste a sus eventos, la conexión presencial es invaluable.
-Cursos y talleres: ideal para conocer gente que comparte tus gustos.
-voluntariado: en estas comunidades el apoyo nunca sobra y la conexión es desinteresada.
-Becario: vive en el mundo del que quieres formar parte, aunque sea por un rato.
Al final colaborar es de esas cosas que las matemáticas no entienden porque significa dar y en lugar de terminar con menos, terminar con más. -¿Tienes una idea para colaborar? ¡Cuéntanosla!
hola@acrecermx.com
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